viernes, 22 de mayo de 2009

Sin duda era el mejor artista de la ciudad.
Su fama tenía respaldo en sus cientos de obras de renombre, y ésta estaba trascendiendo las propias fronteras del continente.
Recuerdo que desde pequeño se interesaba por todo tipo de manualidades. En la estancia de su padre, siempre que había que reparar algo, él estaba revoloteando cerca. Preguntando, inquieriendo, llegando a ser a veces verdaderamente molesto. Pero era solo un niño, y yo un simple empleado. Que más podía hacer que granjearme su simpatía respondiendo sus constantes preguntas. Preguntas sobre la madera, sobre los clavos, sobre los martillos, sobre pintura; sobre lo que fuera que estaba haciendo en ese momento yo.

Pero especialmente recuerdo un día:
Debió haber sido en verano, porque la temperatura era muy alta y me sentía agobiado por el calor...o por sus quince preguntas anteriores...todavía no lo sé.
Con mis veinticinco años de edad, y mis tres años de experiencia en ingeniería, sumado a mis siete años de trabajo en la finca, era jefe de todo el mantenimiento de la casa y la pequeña fabrica de lácteos que allí se encontraba. Y ese día estaba trabajando en una nueva planta, pero suponía para mi un problema la alta temperatura de la zona. Ésta hacía que los equipos de refrigeración se dupliquen, y era un precio demasiado caro que la pequeña empresa no podría afrontar.
Como de costumbre, tenía a Pablo, con sus 13 años, a mi costado viendo mis anotaciones y planos. Luego de un extraño y largo rato de silencio me dijo: ¿Porque no haces un cielo raso y le pones ventiladores que hagan circular el aire entre el techo y el cielo raso?.
La verdad, todavía no puedo explicar de donde sacó la idea; si la inventó o la vio en algún lado. Pero fue un éxito, y me valió a mi la total confianza de su padre, y a Pablo, mi total admiración, aunque este no fuera el mejor premio por su logro.

Desde ese día, sus preguntas no me molestaron más, y gustoso comentaba con él distintos detalles sobre los trabajos.

No se dedicó a la ingeniería, como yo le recomendaba cada vez que hablabamos de sus estudios. Se dedicó al arte, y por suerte!
Ahora es él el jefe de la estancia, aunque no suele venir mucho, salvo a charlar con la gente que trabaja acá y a tomar mates conmigo.
Hoy justamente vino y me contó que en Viena lo reconocieron con un premio importante de allá, por unas obras que hizo mientras estuvo recorriendo Europa, y le ofrecieron trabajo permanente en una universidad.
Hoy, rememorando, me di cuenta que este muchacho nació con ángel. Y que alegría haberlo conocido!

miércoles, 6 de mayo de 2009

Tu nombre

Desde mi delirio puedo ver que te equivocas. Y no es porque vea muy lejos, los hechos me lo demuestran. Quisiera cambiar, pero vos sabes que me cuesta, dios si lo sabes. Trato de seguir, de lucharla, pero en momentos así, donde veo la luz pero no puedo seguirla, me da tanta impotencia, dios si me da impotencia. Y vos conoces ese sentimiento, sabes que a veces no hay ánimos para salir de ese pozo.
Pero hoy puedo decirte, que sí es posible salir. Y no es el amor, o una cura misteriosa la que te va a ayudar. Sos vos, solo vos.
Se trata de encontrar cuerdas a nuestro alrededor, y de usar esa fuerza, esa energía que tantas veces nos invade.
Aunque en este caso, si es el amor lo que me ayudo a salir. Esa fuerza, esa energía, la encontré en tus ojos... Y así es, tan simple como mirarte.
Y es así, como la belleza no mira, es mirada. Porque esa energía no te pertenece solo a vos. Ese hechizo que llevas con vos, es de todo aquel que necesite una guía, quien te mire como te miro ahora.
Mirame ahora... Y tal vez, yo también posea esa magia...

lunes, 27 de abril de 2009

Un solo camino

Poco me importaron mis palabras cuando te vi. Poco me importó mi moral, mi pasado y mi presente. Es que cuando tus ojos se cruzaron con los míos, nada más me interesó. Es que detrás de esas pestañas se esconde el silencio, se esconde la razón, se esconde todo lo que alguna vez me atrajo.
Sobre tus ojos pesa toda una vida de ilusión. Un sinuoso camino que llamas vida, pero te prometo que la vida empieza con nosotros dos juntos.
A riesgo de equivocarme juego todas mis fichas. A riesgo de sonar pretencioso te deseo. Y a riesgo de perder todo, me arriesgo.
Todo tan redundante como el hecho de verte y enamorarme. Todo tan lógico como saludarte y sentir lo ilógico del amor. Todo tan simple, como el juego que jugamos, que alguna vez vivimos, y que vamos a unir en una sola senda, en un solo destino.
Tan evidente como amor adolescente. Tan simple como lo que me causas. Tan perfecto como aquel que lo sepa ver. Tal destino que voy a crear. Tal genialidad que ninguna estructura pueda resistir.
Como en una bossa, te voy a besar, te voy a acariciar. Como en una bossa te escribo y te abrazo. Como en una bossa, vas a bailar.

miércoles, 22 de abril de 2009

La soledad es totalmente necesaria. Hay momentos en que uno solo necesita escucharse, lejos de todo ruido, todo eco. Pero esto puede ponernos en una situación complicada si tenemos algún tipo de compromiso y simplemente queremos estar solos.
Suelo ser del tipo de persona que de vez en cuando necesito separarme, relajarme y meditar. Sopesar todo tipo de decisiones, a veces cotidianas y otras veces únicas. Pero sobretodo necesito estar solo para encontrarme, para saber quién soy, porque a veces me pierdo en el torbellino rutinario de todos los días.
A la soledad hay que saber manejarla. Puede ser una amiga incondicional o un escoyo que debemos superar. Y poder superarla puede hacer de la persona el ser más estoico del planeta. Porque no es fácil superar el dolor que puede producir la soledad en exceso. Generalmente ésta nos vuelve egoístas, nos genera odio e incomprensión, y sobreponerse a semejantes sentimientos es complicado. ¿Cómo podemos querer y comprender al otro si solo lo vemos con nuestro cristal?
Y es tan difícil hoy día tener privacidad, que esto nos hace desear con mayor fuerza estar solos. Se alarga la adolescencia y es más complicado “sentar cabeza”. Por eso es tan importante tener nuestro espacio-tiempo, que nos ayude a estar equilibrados y en armonía con nosotros mismos. Estamos en contacto tan cercano, con tantos elementos a la vez, que resulta imposible diferenciarnos de estos y ser personal.
Hagamos que nuestras vidas sean nuestra, y no de los compromisos, de los elementos, de los demás. Y empecemos respetando al otro y a sus decisiones. Empecemos respetando la vida por sobre todo.

jueves, 26 de marzo de 2009

Estaba devastado.
En solo 15 minutos de fuego enemigo había perdido a tres de sus amigos, los últimos compañeros de entrenamiento. Y no solo pensaba en ellos.
Desde el comienzo de la guerra cargaba con el peso de la muerte de los enemigos caídos en manos de sus disparos. Se preguntaba constantemente: ¿Soy un asesino?.
Por más que intentaba no podía comprender como un humano viviendo en sociedad, consideraba que un asesinato era el peor delito, pero en la guerra éste tenía un fin justificado. Atribuía esto a que el hombre poseía una razón subjetiva y que la única verdad se encontraba en la naturaleza, lejos de todo elemento humano.
Aunque su país había ganado la guerra, había perdido miles de vidas, y sobre todo, no sabía que hacer con los soldados, ahora llamados héroes, que nunca podrían superar tal autodestrucción humana.
En el colectivo de vuelta a su pueblo cabilaba sobre dichos aspectos, y esperaba de alguna manera, encontrar su vida como la había dejado tres años atrás.
Pero nada de eso estaba. Solo la promisoria ilusión de poder vivir en paz.

Estaba devastado.
15 años había pasado desde su vuelta al pueblo.
Sin embargo, otra vez lo acosaba ese sueño, en el que socorría a su amigo, destrozado por una ráfaga de metralla. Sus ultimas palabras resonaban tan claras en sus oídos: - Mami, papi...
Pero ya nada podía hacer, junto con sus tres amigos, él también había perdido la vida.

viernes, 13 de marzo de 2009

Crisis

"No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar 'superado'.
Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias, violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones. La verdadera crisis, es la crisis de la incompetencia. El inconveniente de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones. Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia. Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo. En vez de esto, trabajemos duro. Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora, que es la tragedia de no querer luchar por superarla."

Albert Einstein