El vacío, la nada, el silencio del recuerdo, es la peor espera que sufro.
Una especie de remordimiento me molesta.
¡Que bronca no poder abrazarte otra vez!
Se que todo se termina, pero uno no vive esperando que se termine, sino que continúe, y esta vez esa confianza ciega se volvió en contra, y de nada sirvió. Esa negación idiota, de creer que la muerte no ronda a nuestro lado.
Habla mas el dolor de los que acá estamos, aferrado de una tonta manera al pasado, pensado en un porque sin respuesta, en una pregunta hueca, creada a partir de la bronca de no tener el poder necesario; de sentirse inútil ante una fuerza imposible de controlar.
¡Que ingenuo esperar el mañana!
Pero un Ángel mas nació, resultado de una sonrisa y una parcial ingenuidad, velo que sus ojos cubría. El dolor mengua, con el correr de los días, el florecer de las hojas, el verde del pasto, el azul del cielo, porque todo eso, lo lindo de la vida, es en lo que vos te convertiste. Y en cada recuerdo que entintó nuestros corazones, indeleble al paso del tiempo, imposible de olvidar, vas a vivir.
Te vamos a extrañar.
Tu sonrisa sea con nosotros.
