La droga mata

Llegó al hotel ensimismado, cavilando sobre los acontecimientos de ese día.
Si pasaba lo que el mas temía, podría terminar preso por largo rato. Pero si todo salía según lo planeado, se alzaría con una buena cantidad de dinero, suficiente para poder vivir tranquilo unos cuantos años.
Así era el narcotráfico, de poder ser millonario podías pasar a la ruina y perderlo todo.
Pero el destino puede ser intrincado, tramposo o simplemente perfecto.
Por la mañana, el día en que la avioneta despegaría rumbo a un pueblo cercano a Carlos Paz, donde, sobre un campo, soltaría la carga, que debía ser recogida por el dueño del campo, recibió, cerca de las 10 a.m., un llamado del dueño de la estancia, y éste le dijo que tendría que ir con su auto a recoger la carga ya que a él se le averiado.
El primer error consistió en que nunca había alquilado un automovil, sino que había ido con el suyo.
Su segundo error fue haberse hospedado con su nombre real, y el tercero y más fatal, fue confiar en el dueño de la estancia, quién era un político poderoso de Córdoba.
Fue esa suma de hechos fortuitos que hicieron que su mayor temor no se cumpla, sino peor. Termino con varias balas en su cuerpo, desangrado, dentro de su Clio.
Quién sabe, tal vez lo prefirió a ir preso.